¿Qué es el óxido y la oxidación de los metales?
Los elementos de fijación se utilizan a menudo en ambientes químicamente agresivos, donde el acero, sin una protección adecuada, reaccionaría con las sales y ácidos presentes oxidándose y formando lo que comúnmente se denomina óxido.El óxido, también definido oxidación, está constituido esencialmente por óxido de hierro que se forma sobre la superficie metálica cuando el hierro u otras aleaciones metálicas que contienen hierro (por ejemplo, el acero) se exponen al oxígeno, al agua o a otros agentes corrosivos durante un largo período de tiempo. Desde el punto de vista técnico, solo el hierro y otras aleaciones que contienen hierro pueden oxidarse.
Sin embargo, otros metales también pueden corroer de forma similar. La diferencia es que la oxidación del hierro se forma muy rápidamente. En condiciones especiales, los componentes de hierro empiezan a oxidarse a las pocas horas de la exposición.
La corrosión de los metales es un fenómeno electroquímico por el cual un elemento que pierde fácilmente sus electrones (como el hierro u otros metales comunes, por ejemplo) entra en contacto con elementos que absorben electrones (como el oxígeno, por ejemplo). Como consecuencia de este proceso, el metal común (no noble) se convierte en un ánodo (Me-) pasando del estado metálico al estado de ion y oxidación.
El papel del agua en el proceso corrosivo es acelerar el flujo de electrones del metal hacia el oxígeno.
Sin embargo, la presencia de agua no implica un fuerte efecto corrosivo, pero la presencia de sales y ácidos, sobre todo en presencia de dos metales diferentes, puede acelerar sensiblemente este fenómeno.
La oxidación de metales no es solo un problema estético, sino también sustancial. La oxidación, después de un tiempo, impide cualquier desmontaje y compromete, en última instancia, los enlaces hasta su ruptura.
¿Cómo se pueden conservar los metales contra la oxidación?
Al ser una reacción química que se produce en la naturaleza, resulta muy complicado limitar este fenómeno sin una cierta protección preventiva de las superficies metálicas.
Por otra parte, no siempre es posible utilizar acero inoxidable por razones técnicas o económicas.
Como consecuencia, a menudo los tratamientos superficiales son una solución adecuada y relativamente económica para proteger los metales contra la corrosión.
VIPA ofrece varias soluciones para prevenir la oxidación de metales, como pinturas y revestimientos metálicos, películas protectoras y chapados electrolíticos.
Cada técnica utiliza compuestos y materiales diferentes para proporcionar niveles de protección diferentes dependiendo de las necesidades. Todos estos procesos crean una capa metálica con características de resistencia a la corrosión mayores que los metales. Como consecuencia, estos procedimientos desarrollan una barrera protectora (con un grosor diferente) entre la superficie metálica y los agentes presentes en la atmósfera que provocan la oxidación y la corrosión.