El cromado
Este tipo de revestimiento se aplica tanto con fines de protección como estéticos. El cromado garantiza una resistencia a la corrosión similar al galvanizado pero también confiere un aspecto estéticamente agradable a los elementos de fijación.
El espesor de los recubrimientos varía de 0,05 a 0,5 micras y suele estar entre 0,13 y 0,25 micras.
Generalmente, el cromado se aplica por encima del niquelado, pero puede resultar problemático si se aplica a partes de tamaños reducidos debido al grosor del doble revestimiento.
Chapado en cadmio
El chapado en cadmio ofrece una excelente resistencia a la corrosión, superior al galvanizado, con un espesor relativamente bajo. Además, ofrece otras ventajas, como una compatibilidad galvánica con aluminio y se puede usar como acabado o como base para la pintura.
Sin embargo, se encuentra en fase de eliminación debido a problemas ambientales relacionados con su toxicidad. Todavía se utiliza en algunas aplicaciones en sectores como el aeroespacial, el militar y la aviación.
Pintura negra de cataforesis
La pintura negra de cataforesis es una pintura electroquímica que confiere unas características anticorrosivas elevadas, junto con una resistencia notable a la oxidación, a los productos de hierro, acero y otras aleaciones. Este proceso se caracteriza por la deposición uniforme de una resina acrílica o epoxídica en la superficie del producto. Esto asegura una alta protección a lo largo del tiempo contra los agentes químicos y una mejor adhesión de posteriores procesos de pintura. La resina acrílica garantiza un desempeño superior en términos de resistencia a la acción de los agentes atmosféricos.
Latonado
Este revestimiento decorativo consiste en la electrodeposición de una aleación de cobre y cinc (es decir, latón) sobre la superficie de los productos. El latonado confiere un aspecto amarillo brillante a los productos tratados y se utiliza principalmente para recubrir elementos de fijación para muebles o muebles arquitectónicos.